El correo electrónico: ¿ayuda o no?
Antonio Fumero recoge en su blog un estudio sobre la influencia de la tecnología en las personas, concretamente en las trabajadoras. Se trata de un estudio encargado por HP en el Reino Unido del que se hace eco BBC News. El estudio constaba de una encuesta, llevada a cabo por TNS Research y un estudio clínico a cargo del doctor Glenn Wilson, un psiquiatra del King's College en la London University.
En la encuesta, realizada sobre 1.100 personas, se pudo observar que:
· Dos tercios de los encuestados, leen el correo electrónico fuera de su horario de trabajo o cuando están de vacaciones.
· La mitad de los trabajadores responden un mensaje de correo electrónico dentro de un plazo no superior a los sesenta minutos desde su recepción.
· Uno de cada cinco interrumpirá un compromiso social o laboral para responder un mensaje de correo electrónico.
· Nueve de cada diez personas consideraban de mala educación responder mensajes de correo en el transcurso de una reunión cara a cara; mientras que tres de cada diez lo consideraban no sólo aceptable, sino que lo veían como un signo de diligencia y eficiencia.
El caso ya no resulta inquietante tanto por su incidencia en el cociente intelectual como por la pérdida de tiempo y de eficiencia en el trabajo. ¿No solucionaría este problema un buen sistema de gestión de la información/del conocimiento?
* Infomania, de Antonio Fumero, en su blog Antoine's Blog on Business and Technology, el sábado 23 de abril de 2005
En la encuesta, realizada sobre 1.100 personas, se pudo observar que:
· Dos tercios de los encuestados, leen el correo electrónico fuera de su horario de trabajo o cuando están de vacaciones.
· La mitad de los trabajadores responden un mensaje de correo electrónico dentro de un plazo no superior a los sesenta minutos desde su recepción.
· Uno de cada cinco interrumpirá un compromiso social o laboral para responder un mensaje de correo electrónico.
· Nueve de cada diez personas consideraban de mala educación responder mensajes de correo en el transcurso de una reunión cara a cara; mientras que tres de cada diez lo consideraban no sólo aceptable, sino que lo veían como un signo de diligencia y eficiencia.
El caso ya no resulta inquietante tanto por su incidencia en el cociente intelectual como por la pérdida de tiempo y de eficiencia en el trabajo. ¿No solucionaría este problema un buen sistema de gestión de la información/del conocimiento?
* Infomania, de Antonio Fumero, en su blog Antoine's Blog on Business and Technology, el sábado 23 de abril de 2005